martes, 10 de diciembre de 2013

Cuando un hombre se enamora

Para mi locura, mi vida, mi ilusión, para ella.

                Cuando te conocí no quería enamorarme, típico de nuestra generación o de nuestra edad,  pero, como cambian los días cuando se está ilusionado, y finalmente cuando cambia el mundo cuando se llega al amor. Realmente quería enamorarme dentro de unos años, pero quién diría que te conocería a ti y a tu alegre pero hermoso cabello negro.
                En el momento que te vi por primera vez pensé que eras una chica común, una chica más, odiosa, pretenciosa, pero realmente inteligente, pero vanidosa, me deje llevar por lo que veía, menos mal que te di una oportunidad, bueno, me la diste tu a mí. Te confieso fuiste la más difícil y la más odiosa, algunas veces pensé en abandonarte porque pensaba que no valías la pena, pero al final descubrí que vales mucho más de lo que calculaba, y me convertiría en el más grande cobarde si te dejo ir, aunque realmente la cuestión es que sientas lo mismo que yo. Con el tiempo aprendí a aceptar y respetar tus diferencias, ya que era muy terco, aprendí a sobrellevar tus raros cambios de humor, algunas veces llegue a pensar que me matarías inyectándome algún veneno.
                De la nada me enamore locamente, aunque no lo creas, los hombres también nos enamoramos, es un fenómeno difícil más no imposible. Eres tan fácil de amar, solo que tú no te das cuentas, el amor es para valientes, entonces seré más valiente que un gladiador romano por ti. Cuando ríes, haces puchero, te da frio, levantas esa matadora ceja, cuando pones esos ojitos, cuando te pones tierna haces que el mundo se detenga, haces que toda atención gira en torno a ti, como si solo existiéramos solo tú y yo.
                Jamás pensé que el amor era para mí, y sentir amor hacia ti menos, pero es que eres tan irresistible, como un plato exótico de comida, no puedo permitirme olvidar tu expresión ante tu primer “Te Amo” sacado de mi alma. Sé que prometí en no hacerte daño, pero todos hacemos daño inconscientemente, solo espero que en ti haya el amor suficiente para que me perdones.
                Realmente no sé si quedarme o irme, no quiero perderte, pero tampoco quiero hacerte daño y mucho menos incomodarte. Son tantos momentos lindos momentos, al igual que muchos tropiezos. Mi vida eres tú, pero aprender a vivir sin ti si decido irme, me iré guardando todo este amor que tengo para ti, me haré el frio y sin sentimientos para que nadie ocupe el lugar que solo tengo para ti… A pesar de todo el daño te seguiré amando.


Por siempre tuyo, ese chico.

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